Que no te gane el día a día

Les quiero hablar de algo que me pasa mas o menos seguido (aunque ahora mucho menos que antes).
Muchas veces me pasa que mientras me preocupo de participar en cosas, de organizar otras, de estudiar y muchas otras cosas más, se me vienen a la cabeza preguntas como:

¿Por qué estoy haciendo yo esto? ¿Por qué no mejor vivir la vida y esperar a que otro lo haga por mí?

Recuerdo que una vez estaba en el auto de mi padre camino a una reunión importante, vestido de pantalón, zapatos, camisa, corbata y maletín. En ese momento pasamos por un cerro, y desde mi ventana ví a un par de niños de mi edad tirándose del cero en un pedazo de cartón. Parecían felices, nada les preocupaba, en ese momento sólo existían sólo ellos, nada más importaba.
Fue en ese momento que me pregunté ¿Por qué no estoy haciendo lo mismo?.

Un rato más tarde encontré la respuesta a esas preguntas, me encontré con un grupo de jóvenes muy entusiastas, capaces, con ganas de cambiar el mundo, de tabajar por su ciudad y su país. Era ese el ánimo que se me había olvidado, y que cada vez que lo pierdo intento juntarme con ellos para renovar mi espíritu.

Es eso lo que me pasaba, me considero entusiasta y emprendedor, patriota, pero aún me cuesta vivir el día a día en un ambiente que se encuentra lleno de pesimismo (cada vez menos), y otras cosas. Ese ánimo se me contagiaba. Ahora, poco a poco he podido ir cambiando mi ambiente.

Rodeénse de gente distinta, y serán distintos. Rodeénse de gente sabia y seran sabios.

Ahora, los dejo con la traducción de un excelente discurso hecho recientemente por Steve Jobbs, el creador de Machintosh, en una universidad Norteamericana.